Por: Alejandro Losada Blandón
Muchas organizaciones han decidido mejorar las condiciones laborales y los beneficios de sus colaboradores, con una fuerte concentración en la búsqueda de la felicidad, pues está demostrado que un trabajador feliz, es mucho más productivo y un empleado productivo hace la diferencia entre el éxito o el fracaso de una empresa.
Esta afirmación pareciera no ser una novedad, pero lo que es cierto es que las cosas han cambiado drásticamente en el ámbito organizacional. El tema no es solo dinero. La comodidad en el trabajo, las buenas relaciones con compañeros y jefes, la capacitación, los retos, el reconocimiento, el "salario emocional", ganan cada día un mayor espacio para quienes entienden que es preciso contrarrestar la dificultad que se tiene para retener talento y que las nuevas generaciones no trabajan solo por dinero.
Vale la pena detenernos un momento y reflexionar acerca de lo que significa la Felicidad.
La felicidad es una emoción que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada. La felicidad suele ir aparejada a una condición interna o subjetiva de satisfacción y alegría. Algunos psicólogos han tratado de caracterizar el grado de felicidad mediante diversos tests, y han llegado a definir la felicidad como una medida de bienestar subjetivo (auto percibido) que influye en las actitudes y el comportamiento de los individuos. Las personas que tienen un alto grado de felicidad muestran generalmente un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que se sienten motivadas a conquistar nuevas metas. (Wikipedia, 2016)
Si estar felices es estar alegres y motivados en un lugar donde se genere bienestar, tenemos la necesidad de administrar este estado, para alcanzar nuevas metas en un ambiente positivo. Para ello, aparece una figura en la estructura orgánica de la organización, que bien puede ayudarnos a conseguir este noble propósito: la Gerencia de la Felicidad.
No se trata de asignar y descargar la responsabilidad de lograr la felicidad de los empleados en un área específica, pero sí de contar con una gerencia capaz de escuchar, analizar, proponer y liderar acciones que mejoren el bienestar de los colaboradores.
Según Shawn Achor - Universidad de Harvard: las personas deben "Ser felices para trabajar, no trabajar para ser felices". La felicidad es necesaria aplicarla y vivirla además de aprenderla y ejercitarla Es la construcción cotidiana de hábitos como: hacer ejercicio, escribir cinco motivos de felicidad diarios, realizar actos de bondad aleatorios, meditar y anotar una experiencia diaria positiva.
Para Andrés Ramírez, colombiano que se ha dedicado a estudiar la felicidad en Happy Business, "la felicidad laboral implica propósitos y sentirse útil. Cuando se labora felizmente hay espacios de crecimiento para la organización y el individuo, se adquieren mayores conocimientos y las ideas son valoradas. Si las empresas logran que sus empleados tengan actitud positiva y que sus tareas tengan significado para ellos, se alcanzarán cambios importantes".
Podemos continuar citando muchas definiciones sobre la felicidad, lo importante, es reconocer que el bienestar del colaborador en la organización depende en gran medida del líder, aquel que sea capaz de transmitir carisma, influencia y convicción. Aquel que logre empoderar al equipo de trabajo y haga sentir a ellos que son importantes, valiosos y representan el núcleo de la empresa.
Todos y cada uno de los gerentes están llamados a practicar las raíces de la gerencia de la felicidad. Algunas de estas raíces están orientadas a:
- Diseñar iniciativas de creatividad e innovación
- Infundir optimismo y pasión en todo el personal.
- Abrir canales de comunicación eficaces con los empleados
- Destinar tiempo para resolver inquietudes de los empleados.
- Fomentar el respeto laboral
- Promover dinámicas de relajación e interacción para reducir el estrés.
Para ello, es determinante que cada gerente desarrolle y fortalezca su capacidad para liderar, a través de una efectiva escucha y adelantando una clara gestión participativa. Alta capacidad de indagación, comprensión, persuasión y negociación y un excelente manejo de las diferencias, convirtiendo como parte integral de su tarea el acompañamiento y soporte al empleado.
Aquí algunos casos exitosos donde se han creado departamentos de Gerencia de la Felicidad y/o se destacan por los beneficios que ofrecen a sus colaboradores:
- Google: Esta empresa se siente orgullosa de entender claramente lo que necesitan sus empleados para ser felices y hace de eso su filosofía. Sus instalaciones incluyen gimnasios, comida saludable, y espacios abiertos mientras que también incorpora en sus valores el concepto que "puedes ser serio sin un traje".
- Bavaria: ofrece zonas de recreación dotadas, sitios que facilitan el trabajo creativo y hasta gimnasios para aliviar el estrés. Ofrece peluquería y un gimnasio para empleados, con tarifas preferenciales. En los diferentes pisos se encuentran salas de esparcimiento con consolas Wii y X-Box, mesa de billar, columpios y juegos de mesa.
- Sodexo, Yanbal y Natura: han optado por organizar actividades fuera del trabajo para las familias de sus colaboradores, cuentan con horarios flexibles y beneficios para madres gestantes.
- 3M, Easy, Novartis, Tetrapak, Corona, TGI, Panthers Machinery, Altran, British Telecom y Price Waterhouse Coopers: tienen servicios especializados para apoyar las vueltas personales de sus colaboradores. Pagos en bancos, trámites en notarías, etc., asistencia a padres o hijos en consultas médicas; asesoría en la búsqueda de colegios, reservas para ir de vacaciones Y conseguir boletas para espectáculos, entre otros. (Dinero, 2013, 2)
Aquellas empresas que aún no se han apropiado de la felicidad, como elemento motor de la productividad, están cada día en mayores problemas. No se trata de un Mito, se trata de una realidad incuestionable. Asegúrese de contratar Gerentes felices, pues un infeliz difícilmente puede generar felicidad en otros y recordemos que la mayor necesidad de un ser humano, es la de sentirse apreciado.